Voy a empezar con algo que NO vas a querer escuchar, pero debo decírtelo: no te vas a hacer rico invirtiendo en acciones.
Por lo menos, no de la noche a la mañana.
Si alguien te promete eso, ¡corre!, ¡huye!. Es más probable que termines perdiendo dinero que multiplicándolo.
La inversión en acciones es un multiplicador, un amplificador.
¿Qué pasa si multiplicas por cero?, pues que el resultado es cero.
Y no es porque el mercado esté en tu contra o porque necesites ser un genio de Wall Street. Es simplemente porque las acciones no son una fórmula mágica.
Peeero, sí son una herramienta increíble para crecer tu dinero.
Vas a necesitar dos ingredientes básicos: tiempo y consistencia.
Si lo que esperas es ganar como si estuvieras en un casino, es mejor no entrar al juego.
Ahora, si comprendes que este es un maratón y no una carrera de 100 metros, entonces sí estamos hablando el mismo idioma.
He visto a cientos de personas buscando esa fórmula secreta para hacerse ricos “rápidamente”, si hacer mucho, de forma “pasiva“. Spoiler alert: no existe.
Pero, si inviertes con cabeza fría y a largo plazo, las recompensas pueden ser gigantes.
Ya lo dijo el tío Warren:
“Alguien se sienta hoy en la sombra porque otra persona plantó un árbol hace mucho tiempo”
Aquí está la clave: invertir en acciones no se trata de "apostar", sino de construir. Paso a paso, ladrillo a ladrillo, una cartera sólida, con las mejores acciones, compradas al mejor precio.
Sé que no es lo que uno quiere escuchar. No es muy popular el mensaje que te estoy dando… Pero es real.
Así que si quieres conocer más mensajes poco virales, suscríbete a Inversión Sin Caos.
Aquí hablamos de verdades incómodas y estrategias que sí funcionan.
Sin fórmulas mágicas, pero con mucho sentido común.
Nos vemos dentro,
Ricardo,